Mini Hombre

Camilito se acerca con seguridad a la boletería para comprar una entrada para la película. En el trayecto algunos adultos lo ven como extrañados, casi sin entender la presencia del muchacho. Y una vez que Camilito pide un boleto, comienza la siguiente conversación (discusión).

Vendedor1:
Haber, haber, haber jovencito. Acaso no sabes que no puede venderte un boleto. Eres menor de edad.
Camilito:
Ah, eres bromista tú… ¿Así que menor de edad? Pero cómo, a mí nadie me lo dijo (sonríe un poco).
Camilito:
Mire señor. Yo soy un tipo con el criterio bien formado y lo suficientemente capaz de ver este metraje.

El vendedor se le sale una risita, pero trata de tapársela al poner su mano en la boca.

Vendedor 1:
Disculpe joven, pero usted habla raro.
Camilito:
¿Cómo que raro? Acaso piensa que soy homosexual, gay, onda maricón... Que homofóbico de su parte… Que feo… Al parecer el sistema de empleados de este establecimiento no está funcionando del todo.
Camilito:
Exijo hablar con su jefe de inmediato.

El vendedor sigue riéndose. Tanto así que llama la atención de los otros compañeros de trabajo. Interesados en observar al pequeño.


Camilito:
¿Y con público también? Esto es como mucho. Ahora todo el grupito de imbéciles… Sí, ustedes (apunta a los vendedores). ¡Maldito zánganos! Respeten a una persona que sólo quiere disfrutar un rato agradable viendo una buena película. Por favor, no sean infantiles, ¿quieren?

Y uno de los otros vendedores responde:

Vendedor 2:
¿Y Usted?

Todos los vendedores se ríen al unísono, y hace que las personas que están esperando para comprar una entrada también se burlen del muchacho.
Vendedor 1:
Ya muchachos, la dura paren…
Vendedor 1:
Disculpe estimado. Si era sólo una broma. Qué peli…

Mientras el vendedor habla, la situación se vuelve bastante molesta para Camilito. De modo que el joven frunce el seño, apreta los dientes e inhala aire con fuerza antes de interrumpir al señor.

Camilito:
Haber Gustavo Ramírez (lee la etiqueta que tiene el hombre en su pecho). Así que te gusta webiar al otro, ¿ah? Bueno, hablemos de tu mujer po, la caliente de la Josefina. ¡Puta que lo chupa rico la maraca! ¿No te parece?

Camilito se toca los genitales
Camilito:
Tengo las bolas secas… ¿Y a ti cabrón, te la hecho alguna vez?

El vendedor que lo atiende golpea la mesa y mira al Camilito sin entender lo que sucede. Entonces el vendedor se agacha para susurrarle algo a Camilito.
Vendedor 1
¡Hijo de puta! ¿Cómo chucha sabí esas cosas?

Camilito agarra de la corbata al vendedor con tal fuerza que casi lo hace perder el equilibrio y le da un ultimátum:



Camilito:
Mira chucheta. Ahora, todo el mundo está viendo como un cabro chico te está humillando, ¿me cachai? De modo que tení dos opciones: O Me dai la entrada para ver la movie o me dai la entrada para ver la movie, ¿vale? ¿Estamos claros?
Vendedor 1:
Sí, loco. Yo no quiero atados. Perdóname, la dura.
Camilito:
Sólo dame la entrada… Sorete.
Vendedor 1:
Okay. Una entrada para ver Ratatouille.
El vendedor chequea en su computador y saca la entrada.
Vendedor 1:
Tome joven… Perdón, tome señor.
Camilito:
De nada vagonero. Y la próxima vez, la dura, haber si pensai antes de hablar de esa manera a otras personas como yo. ¿Okay?
Vendedor 1:
Lo haré. Y gracias por su compra
FIN.

1 comentario:

El Eternauta dijo...

cuando publicamos?

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