Tarde de películas



El silencio en la pieza es sagrado. El teléfono se desconecta, el celular se apaga, y si es que no hace mucho calor, se cierra el ventanal para evitar el sonido ambiente. Tal cual a una sala de estudio musical. No se permite ningún ruido que no sea parte de una canción o una rima que en el futuro podrá dar con un tema para recordar. Sin embargo, en la habitación de Guillermito el santuario no está hecho para la música sino que para el cine, el cine en DVD.

Todos los días Guillermito va al Blockbuster o a cualquier tienda de video de barrio en busca de ese metraje que le emocione ver. Ya sea de ficción, western, drama, bélico, comedia o de autor. La categoría o etiqueta importa un carajo. Para Guillermito lo fundamental es ver películas; saborear sus tramas, degustar sus conflictos y, si es posible, aprender de los personajes. Darse el tiempo para conocer sus voluntades, sus temores y sus sentimientos; entender sus motivaciones, necesidades y comportamientos.

Tanto así que la fascinación de este el pobre cabro ha generado ciertas alucinaciones en su vida personal. En el sentido que muchas veces se ha enamorado de la protagonista del filme. Y no es broma. De hecho, alrededor de su habitación, si uno es bien quisquilloso, se vislumbran pequeñas escrituras de amor en las paredes de su pieza donde indican los nombres de mujeres que sólo existen en la ficción cinematográfica. Pero si buscamos el google sus verdaderas identidades, uno se da cuenta que estas féminas actrices son las bellas Uma Turman en Kill Bill, Meg Ryan en Un ángel enamorado o Natalie Portman en Closer. Un listado que suma y sigue; creaciones del cine que Guillermito quiere retener aunque sea con la tinta de un BIC gastado en su refugio cinéfilo.

Poner play, recostarse en la cama, acompañado de unos ricos Doritos y su vaso lleno de Coca Cola con hielo, a la espera que pasen los créditos iniciales para que comience la función, es el momento cúspide de una tarde de películas para Guillermito. Estar listo para adentrarse a otra dimensión; a un mundo de emociones múltiples en el cual tu imaginación puede permutarte en ese personaje especial que sueñas ser… En el Dicaprio del siglo 21 o en aquel militar-héroe digno de pelear en las guerras-negocio de Medio Oriente, o incluso convertirse en ese escritor frustrado norteamericano que bebe a destajo… Personalidades que Guillermito busca experimentar cada tardecilla posible.

Editor: ¿Qué bello sería hacer lo mismo?
Guillermito: Déle entonces, querido editor, juéguesela. Sólo debe poner play.

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