Soy Como Soy

Ella dice lo que piensa, pero no le gusta pensar. Puede sonar anecdótico, es cierto. Sin embargo, ella comunica desde su sentir inmediato, desde la primera sensación que percibe de las cosas. Reacción emocional inmediata: explota emociones y alegrías, enojos y rabietas, dejando el juicio para otros momentos. Elije no meditar porque le molesta, le perturba. Y eso se respeta. Sea como sea, porque logra bellas actitudes. Ella empatiza y comparte con todos. Olvida discriminaciones y abraza almas, sin importar color, raza o figuración social. Como que cae bien en todos lados (según lo que me han contado y lo que yo he presenciado). Te hace sentir bienvenido, querido. Ahora bien, este comportamiento no la encasilla, para nada. Y esa es la duda… “Soy como soy” es la frase que la identifica. Un modo de vida que me cautiva por su sinceridad y pureza, por desvanecer miedos y enfrentar nuevas experiencias, personas y momentos. Pero es la misma que a veces también me desconcierta. Sobre todo porque uno no sabe si sus dichos sólo provienen desde un estado apasionado y transitorio: lugar donde el corazón exterioriza palabras sin meditar… O desde una reflexión mayor, aunque resista hacerlo… Bueno, a pesar de eso, me encanta, tengo que admitirlo. Sigo atado a ella.


Ella fue mi pareja. Ahora, la siento mi amiga… Mmm, puedo sonar mula. Una completa mentira o sesgo. La negación de una relación que ya acabó. Pero creo que es distinto. Tengo sentimientos que va más allá de la atracción física y sexual hacia ella… Amargarini me sana cuando hablamos o echamos la talla. Solos o en la compañía de Javier y la Carola, la Chica me hace feliz. Ya sea por su despampanante personalidad en cada crepúsculo o su transparente actitud en las tardes de pelis y cerveza helada. Alguien que escucha, aconseja, fuma (con demasía, pero cigarrillos). Ella me entiende y yo pienso que también. Juntos nos hacemos bien. Es decir, en compañía. Ya no hay necesidad de intimar, sólo hablar y escucharnos. Nada más. Ella es ejemplo para mí y para muchos, a pesar de que ella señale lo contrario. Y la verdad, lo que diga el resto me da igual… Sólo me gustaría que pusiera sus brazos alrededor mío, una vez más.


Lamentable sólo sueño. Sí, replico puras añoranzas. En este momento estival, a semanas que se acerce el odiado Marzo y las obligaciones de un futuro mejor, ella y yo estamos en caminos separados. Motivaciones diferentes. Y con franqueza, deseo respetar su espacio. La tranquilidad que tiene y lo bien que está ahora. Siempre creí que yo podría hacerla feliz. O mejor dicho, entregarle mayor felicidad de la obtenida en el pasado. Sin embargo, ella me ha comunicado que al estar lejos (no pololos), ella se encuentra bien y plena. La perturbación de meses atrás se sepultó, y sólo quedan pequeñas complejidades en su vida que con gusto ayudaría a solucionar, aunque sea a través de tertulias chelísticas y piscoleras en juntaciones maculanes o, si no es posible, en conversaciones virtuales. Sí ella es feliz, yo también: una epifanía sincera de afectos entrañables y francos. Amor verdadero que respeta y deja ser. Volver ya no es un tema. Es mejor dejarse llevar. “No pensar”, como dice ella.

Sólo pido que seamos como seamos… que conozcamos nuestras vidas y sigamos cercanos, no extraños.

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